Diario de Calcuta (miércoles, 19 de enero de 2011)

Hoy, 19 de enero, vigésimo noveno día de nuestra estancia en Kolkata, es muy tarde pero no tiene que faltar el resumen diario. Estoy muy cansada, no he parado durante todo el día, he querido aprovechar el tiempo al máximo, he estado preparando un poco la maleta porque tenía muchas medicinas y las he puesto en una bolsa para que Josep se las llevara a los voluntarios que están curando a las personas que viven en la calle, que son los que realmente las necesitan. Me han mostrado todo su agradecimiento por este gesto altruista, agradecidos a la mamá de un ángel, pero siempre todo es gracias a LAURA.

He estado todo el día paseando por las calles de Kolkata, principalmente por las que me resultan más familiares, como Sudder Street, es fantástico pasear por esa zona, parecen las calles por las que he estado paseando toda mi vida, algo increíble, ¿qué será que tiene Kolkata que hace que te sientas tan bien?

Por la tarde he quedado con Claudia para despedirme, una persona maravillosa, hemos quedado en el Fairlawn para tomar un té, es un sitio muy bonito lleno de plantas y muy acogedor. Yo como estoy tan pendiente de todo lo que me rodea, solo pensaba en los mosquitos, aunque en este tiempo no hay muchos, pero en verano me imagino que tiene que ser terrorífico, eso si es un sitio bonito y muy típico. Hemos tomado un té muy bien preparado, la tetera estaba tapada con una funda para que no se enfriara, acompañado de unos sándwiches vegetales, aunque yo ni probarlos. Hemos pasado un rato muy agradable juntas, hablando principalmente de LAURA, ella comparte la vivencia mía con sus amigas, algo fantástico es que algunas personas puedan sentir tanto por LAURA en tan poco tiempo.

Me gustaría poder detener el reloj y congelar el tiempo, me faltan horas en el día y el tiempo se pasa volando, me gustaría poder disfrutar más lo poco que nos queda.

Ha sido un día genial, uno más de tantos maravillosos, muy bonito.

Ahora, mientras escribo estas líneas, estoy con mis amigos del hotel, aunque no hablamos nada porque no nos entendemos, al menos algunos me sonríen.

LAURA, es divertido ver como cada noche cuando bajo a la recepción sólo digo “hello” con una sonrisa, ellos me hacen una especie de reverencia, escribo mi correo y les digo “bye” cuando me dispongo a subir a la habitación, ese es todo mi inglés. Si hubiera una próxima vez me comprometo a aprender al menos el suficiente inglés como para poder comunicarme a un nivel básico. LAURA será divertido volver hablando inglés al mismo hotel.

 
TE QUIERO MI PEQUEÑA LAURIINA, SIEMPRE JUNTAS. APRENDER INGLES TAMBIÉN, JAJAJA!!!

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