Diario de Calcuta (lunes, 3 de enero de 2011)

Hoy, 3 de enero, decimotercero día de nuestra estancia en Kolkata, ha sido un día muy agotador. He viajado hora y media en un autobús que no pasaría la ITV ni siquiera aquí en Kolkata, era un auténtico montón de chatarra ambulante. La amortiguación inexistente, todo se movía y me ha dejado la espalda para una sesión con un fisioterapeuta.

Pero a pesar de estas penurias en lo que a medios de transportes se refiere, ha merecido la pena el viaje porque hemos ido a una de las casas que tiene la MADRE TERESA, concretamente al Nirmala Kennedy Centre en Dum Dum, un centro para niños. He ido con mi amigo Pepe, bueno a partir de ahora le llamaré Josep porque en Hong Kong “pepe” es el equivalente a decir “culo”, así que aquí en Kolkata  para evitar equívocos será Josep. Pues como iba diciendo he ido con Josep (que es un gran cómico), con Janet y dos voluntarios más. Han hecho reír mucho a los niños con sus gracias y ocurrencias divertidas, han llevado alegría a sus corazones necesitados de cariño.

LAURA se que has estado presente con los trucos de magia que han hecho a los niños, tu has aprendido algunos trucos y hoy ha habido magia, no por casualidad. LAURA estás en todo, hay una conexión directa con el Cielo, tu lo sabes y ellos también.

 
Desde que estoy en Kolkata, por primera vez he sentido una gran necesidad de hablar ingles, para poder comunicarme con esos niños que tanto cariño necesitan. Suerte LAURA que nos podemos comunicar con el corazón. Una niña ha apoyado su cabeza sobre mis piernas, quería caricias y he estado largo rato acariciándola suavemente. He sentido la necesidad de hablar con ella, de decirle lo que sentía en ese momento, lástima del inglés…
La vuelta a Sudder Street la hemos hecho en taxi, todo un cansancio. Con un enorme atasco, todo era arrancar y volver a parar, un auténtico mareo. Pero como diría la Ley de Murphy: “Todo lo que va mal puede ir peor”, el taxi se ha quedado sin frenos. El taxista muy responsable se ha detenido y ha buscado otro taxi para que pudiéramos seguir nuestro trayecto, dentro de lo negociantes que son luego te inspiran confianza. Han hablado los dos taxistas y entre ellos han llegado a un acuerdo para que los dos cobraran su parte de la carrera, algo muy justo y equitativo. Eso me ha gustado mucho, entre ellos llegan a un acuerdo y no se molestan por nada. El pobre taxista se queda sin frenos, no hay problema, no se enfada, busca una solución y sigue sonriendo, es parte de su vida.

Hoy la comida ha sido en un restaurante de “lujo”, un chino tipo buffet, algo diferente a lo que estoy acostumbrada, más limpio y tranquilo, es bueno cambiar un poco dentro de lo que conozco.

 
La mañana ha empezado muy pronto,  hoy no me he dormido y he llegado a las 6:00 justo a la hora de la misa, tengo las neuronas dormidas del cansancio, madrugo mucho y con todas las cosas que tengo que hacer no me da tiempo ha acostarme pronto.
 
La mañana siempre empieza con un toque divertido, porque cuando salgo del hotel y está mi amigo el guarda de la puerta, es muy amable y simpático, me busca el taxi con alegría y me regatea el precio cada día. Aunque no entiendo nada de lo que habla con los taxistas, he percibido que le decía algo como déjala que lo discuta ella a ti que más te da. Uno me ha  pedido 100 rupias y él me ha dicho que me buscaba otro, al final 40 rupias, pero me hace ilusión que defienda mis intereses para que no me engañen mucho, eso dice mucho de él. Cuando me vaya tendré que darle las rupias que me ahorro cada día, sin duda se las ha ganado con creces.

Hoy la hora Santa he estado como de costumbre muy bien, al lado de mis amigas chilenas, son maravillosas cariñosas y tienen muchos detalles conmigo.
 
LAURA, yo estaba un poco adormilada, pero siempre en algún momento me dices: mamá despierta y mira que estas viendo, una velas azules claritas dentro de un envase de cristal que parecían de aceite, era liquido como el agua del mar, preciosas, eran tres a la derecha y tres a la izquierda amarillas, alumbrando al Santísimo, muy bonitas. LAURA siempre me muestras algo relacionado contigo para decirme mamá espabila y abre bien los ojos que hay muchas cosas que tienes que ver, la luz de esas velas eran brillantes y claritas, algo muy bonito.
 
A la vuelta a Sudder Street, hemos cogido un autorickshaw, con una voluntaria que he conocido hoy, también ha habido una conexión especial, algo en común. Muy amable me ha acompañado al hotel, siempre LAURA pones a alguien para que me acompañe, tan sola como llegue a Kolkata y ahora tengo tantas personas que me quieren ayudar. Adivina…, SIEMPRE LAURA, gracias una vez más.

Cuando estoy escribiendo estas líneas estoy en la recepción del hotel porque en la “room” no tengo wifi. El recepcionista está a punto de volverme loca, le digo que me limpien la habitación y me dice que si, le digo que mañana y creo que me está diciendo que ahora. No le entiendo y menos entiendo el que la limpien cuando quieren, sin horario y sin orden. Ahora me dice que tengo en la habitación tengo el móvil encendido, no se que quiere realmente decirme, la verdad es que he dejado todo abierto, el móvil encima de la cama, la ropa por ahí encima, todo hecho un desorden, no contaba con que me iban a querer limpiar la habitación ahora, estos hindues son así: sin orden y hacen las cosas cuando les viene bien.

Prometo aprender algo de inglés cuando vuelva a Madrid, así no se aprovecharan de mi la próxima vez que venga a Kolkata. Mañana llamaré a alguien de mis amigos para que se lo explique bien claro y que me limpien la habitación todos los días hasta que me vaya. Hasta hoy me la han limpiado un día y luego no se sabe cuando va  a ser el siguiente.
  
LAURA, ha sido un día muy bonito, cansado por tanto viajar en coche, autobús y autorickshaw, pero muy completo.

Ahora tenemos que ir a “mimar” que mañana hay que madrugar.

TE  QUIERO MI PEQUEÑA LAURA, SIEMPRE JUNTAS.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*