Diario de Calcuta (sábado, 1 de enero de 2011)

Hoy, 1 de enero, undécimo día de nuestra estancia en Kolkata y primer día del año 2011, me he tomado la mañana con mucha tranquilidad, retirada de tanta contaminación y descansando en este hotel que cada día me resulta más acogedor, le estoy empezando a tomar cariño y a sentirme como en mi propia casa.

He bajado a desayunar y he tomado dos rebanadas de pan de molde tostado, un plátano y una tacita de leche, nada más, eso es todo lo que hay.

Hoy para comer habíamos pensado cambiar “la taberna vasca” por un restaurante de más lujo, pero al final no ha podido ser por temas de trabajo, en conclusión he comido en el lugar de siempre, pero algo diferente: arroz blanco con dos huevos, un crepe y un café.

Estoy empezando a cansarme de la comida de “La taberna”, siempre sota, caballo y rey, por decirlo de alguna forma. Son siempre las mismas comidas y con un grado de limpieza que deja mucho que desear: el camarero me pone el plato con unas uñas negras y no porque las lleve pintadas. Que puedo pedir, si yo que me cuido y aseo al máximo estoy empezando a tener las uñas con un cierto color oscuro, esto es Kolkata y no hay más que decir al respecto.
 
”La taberna vasca” es el punto de encuentro de todos los voluntarios que se mueven por Sudder Street y sus aledaños. Cada día vas profundizando con diferentes personas, cada una de ellas ha venido hasta este lugar tan lejano con un mensaje especial, cada uno de nosotros llevamos dentro una historia personal, esto es lo que todos tenemos en común.

Yo llevo mi historia dentro, para mi es la peor de todas las que he escuchado hasta el día de hoy. Las personas que preguntan por LAURA cuando reciben mi respuesta se quedan unos momentos sin palabras, enmudecen y les cambia la expresión de su cara, pero luego sólo tienen palabras de admiración para mi decisión de venir hasta Kolkata, ellos entienden que LAURA ha venido conmigo porque viven un nivel espiritual similar al mío.

Hoy he ido hasta la Casa de la MARE TERESA acompañada por unos voluntarios con los que no había tenido la oportunidad de hablar mucho con ellos, pero hemos conectado, siempre compartiendo la experiencia y el motivo del viaje hasta un lugar tan lejano, mi motivo les emociona y les conmueve, SIEMPRE LAURA.

Cada día que pasa en Kolkata LAURA se va haciendo más y más conocida, también este conocimiento y descubrimiento de LAURA estoy segura que , de alguna forma, va ayudando a muchas personas. 

He estado en la hora santa de la Casa de la MARE TERESA, como siempre me ha gustado mucho, es un momento muy emotivo y especial, hoy concretamente se me ha hecho muy corto.
 
Para volver a cenar a Sudder Street hemos cogido un autorickshaw, todos apelotonados en la parte de atrás, aquí no hay reglas, es así.

Mi cena de hoy ha consistido en un plato de arroz, más blanco que la nieve, por miedo a que el tomate para acompañarlo estuviera abierto y expuesto al aire, con lo que eso conlleva, todas las precauciones son pocas. 

Después de la cena hemos ido a relajarnos un ratito a una tienda de la zona. Hemos estado sentados en una colchoneta en el suelo, en cuanto entras te ofrecen un té, va a buscarlo y siempre me lo ofrecen en un vasito muy pequeño y gracioso, pero como yo soy muy estricta en mis precauciones, declino la invitación y les hago saber que a mí no me sienta bien el té.

 

La tarde ha estado bastante bien, excepto que a última hora he visto algo que resultaría impactante para muchas personas, pero no para mi. Quizás yo estoy en otro nivel, después de ver como LAURA ha sufrido, nada hace que se me vuelque el corazón, al menos de momento.

Cuando venía hacia el hotel, como siempre con LAURA y hoy acompañada además por Pepe, justo enfrente de “La taberna vasca”, había un furgón muy viejo de la policía y varias cámaras de la televisión. Estaban en la entrada a un callejón donde hay varios “hotelitos”, que están más cerca de lo que para nosotros sería una chabola, algunos donde la ducha consiste en un cubo de agua, pero esto es Kolkata. Dentro del furgón llevaban un cadáver envuelto en una sábana ennegrecida por la suciedad, dicen que era un turista.

A muchas personas estoy segura que les habrá impactado el ver un desenlace tan fatal cerca de nosotros, pero yo creo que todo está en manos de Dios, que realmente hoy era su día y eso no había quien pudiera evitarlo, y además, por alguna razón esta persona había venido a Kolkata para acercarse a Dios.

 
Cada día es diferente, pero hay algo que siempre es igual…, al final de la jornada estoy completamente agotada físicamente, pero llena de energía interior por tantas experiencias enriquecedoras.

Antes de que me olvide, ayer mis amigas chilenas tuvieron un detalle muy bonito conmigo, me regalaron una medalla de Chile y un rosario, me hizo muchísima ilusión por el cariño que ponen en todo lo que hacen, hay una energía especial dentro de ellas.

 
Como cada día le doy las gracias a LAURA por cuidarme en todo momento y porque se hace sentir en los momentos más difíciles. 

Te quiero LAURIINA, siempre caminamos juntas, tu en un plano y yo en otro, paralelos, pero yo te siento siempre a mi lado.

LAURA sé que estas de acuerdo conmigo en que estar aquí en Kolkata es una experiencia maravillosa y sin parangón.

 
GRACIAS LAURA POR ELEGIR ESTE DESTINO Y GRACIAS A DIOS POR ESTA VIVENCIA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*