Diario de Calcuta (miércoles, 12 de enero de 2011)

Hoy, 12 de enero, vigésimo segundo día de nuestra estancia en Kolkata, ha sido una jornada llena de compromisos y no he podido cumplir con todos como era mi deseo. Aquí en Kolkata no te puedes comprometer con nadie, todos hemos venido solos y cada o tiene que vivir su propia Kolkata.

A primera hora he quedado con mi protector Josep para visitar un centro comercial, un lugar para olvidarte que estas en Kolkata, no tiene nada que ver con lo que había visitado hasta ahora, ha sido lo más parecido que he visto a nuestros centros comerciales.

El centro comercial estaba un poco retirado de Sudder Street, si a eso sumamos un gran atasco, el tiempo ha pasado muy deprisa y no me ha sido posible regresar a tiempo para cumplir con todos mis compromisos. Había quedado con una voluntaria para comer y después con otra voluntaria para ir a SISHU BHAVAN (Hogar infantil), para mi es un gran problema quedar con alguien porque no me gusta fallar, por eso aquí es mejor no quedar con nadie, vivir la aventura de Kolkata sola, siempre con LAURA y con las personas que ella me envíe.

He podido avisar a la voluntaria con la que había quedado para comer, pero no he podido contactar para cancelar la cita para ir a SISHU BHAVAN para cuidar de los niños, eso me ha hecho sentir un poco mal.

A veces no se pueden evitar la cosas y no hoy ha sido uno de esos días en que no puedes estar en todas partes en las que quieres estar. Me mentalicé que debía seguir haciendo lo que tenía que hacer en el centro comercial y disfruté haciendo compras. Comimos algo allí, ya os podéis imaginar que: una hamburguesa de pollo y unas patatitas. Compramos algunas cosas y lo pasamos genial.

Aunque llegamos un poco tarde nos dio tiempo para acercarnos al tempo Sij, donde nos reunimos con las dos voluntarias con las que compartí el día del cumpleaños de LAURA, un cumpleaños realmente especial. Estuvimos presenciando el ritual de adoración de su libro sagrado, que tiene lugar a cualquier hora del día, aquí cada uno llega cuando quiere y se va cuando llega el momento de marcharse, tienen total libertad para practicar su culto sin ceremonias estrictas y marcadas por el tiempo. También vimos como ingerían la pasta de aspecto pegajoso y grasiento que acompaña a sus rezos.

Después de muchas emociones a la salida del templo Sij, acabamos cenando en “La taberna vasca”, con muchísima gente, estaba que no cabía ni un alfiler, un agobio total. Para tomar un poco de aire fresco nos hemos tomado media cerveza, porque aquí son muy grandes, en el “Blue Sky” (Cielo Azul). Al final nos hemos juntado 7 con LAURA, hemos pasado un poco de frío porque es una terraza al aire libre y muy alta, Kolkata es así.

LAURA, lo hemos pasado genial una vez más, un día extraordinariamente especial, todos los días son muy intensos en Kolkata.

TE QUIERO MI PEQUEÑA Y ADORADA NIÑA, «SIEMPRE LAURA».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*